¿Qué es la valoración de empresas?
Una valoración de empresa es una estimación de lo que el vendedor y el comprador esperan recibir y pagar a cambio de la empresa, con el objetivo de determinar su valor de mercado. Hay que distinguir entre valoración y precio. El precio será la cantidad que el comprador y el vendedor acuerden finalmente pagar o recibir en la transacción, y vendrá determinado por consideraciones únicas como las necesidades particulares de cada parte.
Lo más importante en la valoración de un negocio es el futuro de este. Qué beneficios y flujos de efectivo tendrá, así como la estrategia de crecimiento tiene un peso clave cuando se fija el valor para de la empresa.
Momentos en los que es necesaria la valoración de empresas:
La valoración de una empresa puede llevarse a cabo en situaciones totalmente diferentes. Las más habituales suelen ser las siguientes:
- Venta de la empresa → Si está considerando vender su empresa, es importante que comprenda su valor para poder establecer el precio máximo al cual un potencial inversor estaría dispuesto a pagar. Para ello, es imprescindible identificar y entender todos los elementos que afectan al negocio, lo que le permitirá justificar el valor propuesto y por tanto tener un mayor poder de negociación.
- Adquisición de una empresa → Si está considerando adquirir una empresa, es importante que comprenda el valor de la empresa objetivo para asegurarse de que está pagando un precio justo. Una valoración adecuada de la empresa le puede ayudar a evaluar el potencial de la empresa y su capacidad para generar beneficios en el futuro, así como identificar cualquier problema potencial antes de la compra, reduciendo el riesgo de la transacción.
- Obtención de financiamiento → Si está buscando obtener financiamiento, los prestamistas y los inversores querrán saber el valor de su empresa para evaluar su capacidad para pagar el préstamo y para determinar la cantidad de financiamiento que están dispuestos a proporcionar. De esta manera, una mayor valoración de la empresa permitirá acceso a más financiación y con mejores condiciones.
- Planificación estratégica → Si está haciendo planes para el futuro de su empresa, es importante tener una comprensión clara de su valor actual para tomar decisiones informadas sobre la dirección de la empresa. La valoración proporciona una visión general de la salud financiera de la empresa, lo que puede ayudar a identificar fortalezas y debilidades en la estructura financiera, y a tomar decisiones importantes para el crecimiento futuro de la empresa.
¿Cómo se lleva a cabo una valoración de una empresa?
La valoración de una empresa es un proceso complejo que puede implicar múltiples métodos y enfoques distintos. No existe un procedimiento concreto que permita determinar el valor exacto de una empresa. En consecuencia, es aconsejable emplear diversos enfoques para la valoración de empresas y elaborar rangos de precios para la tasación.
Métodos de valoración de empresas:
Algunos de los métodos y técnicas de valoración de una empresa son los siguientes:
1. Descuento de Flujo de Caja (DCF)
El análisis de flujos de caja descontados (DCF) es un método de valoración de una inversión o empresa que consiste en estimar los flujos de caja futuros que se espera que genere y descontarlos a su valor actual.
Estos flujos de caja pueden proceder de diversas fuentes, como dividendos, pagos de intereses o la venta de la inversión. El valor actual de una inversión es la suma de todos sus flujos de caja futuros, descontados a una tasa de rentabilidad requerida. La tasa de rentabilidad exigida es la tasa de rentabilidad mínima que un inversor espera recibir por asumir el riesgo de invertir en el activo. Las compañías suelen usar el WACC (Weighted Average Cost of Capital) como tasa de descuento, porque tiene en cuenta tanto el coste del patrimonio como el coste de la deuda financiera.
El análisis DCF es un método de valoración muy utilizado y es especialmente adecuado para inversiones que se espera que generen una serie de flujos de caja predecibles a lo largo del tiempo, como acciones, bonos y bienes inmuebles. Sin embargo, también puede utilizarse para valorar inversiones más complejas, como empresas privadas o nuevas empresas, estimando los flujos de caja futuros que se espera que genere la inversión y descontándolos a su valor actual.
La valoración del DCF debería ser igual o mayor al precio pagado por la empresa, con tal de poder sacar una rentabilidad en el futuro. No obstante, una desventaja de este tipo de valoración es lo mucho que depende de estimaciones futuras, las cuales pueden no darse tal y como se habían previsto.
2. Múltiplos
La valoración por múltiplos se refiere a un método de valoración de una inversión o activo multiplicando una medida financiera por un múltiplo derivado del mercado. Normalmente, para llegar a un múltiplo, se buscarán empresas similares del sector que hayan pasado por un proceso similar de fundraising o que hayan salido a bolsa. El múltiplo puede ser cualquier ratio financiero que sea relevante para el activo que se está valorando, como el ratio valor de la empresa/ventas (ratio EV/S) o valor de la empresa/EBITDA (EV/EBITDA) para las empresas. El valor resultante es el valor intrínseco estimado del activo.
Por ejemplo, supongamos que una empresa tiene unas ventas de 1.000.000€ y la relación EV/S de mercado para empresas similares es de 0,8. El valor intrínseco de la empresa podría estimarse multiplicando el EV/S de las empresas similares por las ventas de la compañía, lo que daría un valor de 1.000.000€ * 0,8 = 800.000€. Este valor representa el valor intrínseco de la empresa, suponiendo que la relación EV/S de mercado sea una representación razonable de las perspectivas de crecimiento de la empresa y de su perfil de riesgo.
Los inversores y analistas emplean con frecuencia la técnica de valoración por múltiplos, relativamente sencilla y comprensible. Se basa en la idea de que los activos comparables deberían comerciarse a múltiplos similares y que el valor intrínseco de un activo puede determinarse comparando sus características financieras con las de activos equiparables. Es fundamental comprender que los múltiplos de valoración no son una ciencia exacta, sino que dependen de predicciones sobre el futuro. La calidad y fiabilidad de los criterios financieros, la comparabilidad de las empresas elegidas y la idoneidad del múltiplo utilizado influirán en la precisión de la valoración por múltiplos.
Dentro de la valoración por múltiplos, cabe diferenciar entre aquellos obtenidos de transacciones precedentes, ya sean procesos de fundraising o adquisiciones de empresas, y aquellos obtenidos por las empresas que cotizan en bolsa, ya que la situación de estos tipos de compañías son muy diferentes.
3. Venture Capital
El método más usado para los Venture Capital para hacer valoraciones de empresas está compuesto por 6 pasos:
- Estimar la inversión necesaria → Si bien es cierto que normalmente las startups suelen pedir por una cantidad en concreto, hay que analizar si dicha cantidad es suficiente para llevar a cabo los objetivos propuestos o si, por contra, es demasiado dinero para tales intenciones.
- Predicciones financieras → Con la inversión recibida, hay que hacer previsiones, normalmente a 5 años vista pero adecuar a la fecha prevista de salida, de la cuenta de Pérdidas y Ganancias, focalizándose en las partidas de ventas, EBITDA y resultado del ejercicio.
- Determinar el momento de la salida → Como hemos comentado anteriormente, este punto es clave para poder analizar bien la potencial inversión, y llegar a un punto medio entre la paciencia de los inversores y las posibilidades de crecimiento de la empresa. Normalmente se estipulan 5 años pero puede llegar a ser entre 3 y 7 años.
- Calcular el múltiplo en el momento de la salida → Teniendo las previsiones financieras en el momento de la potencial salida, se puede calcular el valor de la empresa en ese momento, y por lo tanto, el valor del VC que tiene un % determinado.
- Descontar a PV → El valor de la inversión en el momento de la salida tiene que ser ajustado a la actualidad. Por lo tanto, hay que tener en cuenta la rentabilidad que exigen los inversores del VC anualmente, es decir, si no se produjera esta inversión, el dinero buscaría ser invertido en otro sitio para alcanzar dicha rentabilidad. Así pues, descontando ese dato a los años que se tardará en salir, nos dará el valor presente de la inversión.
- Negociar precio y % de ownership → Sabiendo cuánto vale la inversión requerida, es momento de negociar y sacar el mejor trato posible en el que ambas partes terminen satisfechas.
Como hemos visto, el VC method es una mezcla entre el DCF y el multiple valuation.
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